La terapia con ultrasonidos no es algo novedoso, ya que viene aplicándose en fisioterapia desde la década de los cincuenta del siglo pasado. Pero si su uso es tan extendido desde hace tanto tiempo es porque se ha mostrado extremadamente eficaz.
Es una terapia no invasiva y muy bien tolerada normalmente por el paciente. Consiste en la aplicación de ultrasonidos, de forma terapéutica, con frecuencias que van de los 1MHz hasta los 3MHz, dependiendo de la profundidad que pretendamos alcanzar en los tejidos tratados.
Se utilizan dos tipos de ultrasonidos:
- El continuo genera una aplicación constante y uniforme.
- El pulsátil que produce ráfagas de ultrasonidos.
Para la terapia con ultrasonidos el fisioterapeuta utiliza una máquina específica que transforma la electricidad en ultrasonidos, aplicándolos sobre la zona a tratar, sobre la que se habrá extendido un gel especial, y haciendo uso de un cabezal.
Entre los beneficios que se obtienen con este tratamiento están:
- Mejora en la cicatrización de las lesiones.
- Vasodilatación de zonas con hiperemia, y mejora del flujo sanguíneo.
- Estimulación de las funciones celulares, así como la capacidad de regeneración tisular.
- Mejora de la flexibilidad en los tejidos ricos en colágeno, lo que conlleva una disminución considerable de la rigidez articular.
- Efecto antiálgico y espasmolítico.
En definitiva, que este tratamiento se ha mostrado útil en muchos casos para acelerar la tasa de curación, así como para mejorar la recuperación.
El fisioterapeuta será el profesional que aplique este tratamiento, y quien conoce los casos para los que resulte más idóneo.
En ATL Fisioterapia y Pilates contarás con el mejor especialista para la aplicación de ultrasonidos, así como para asesorarte si este tratamiento es el más adecuado a tu caso.