La aplicación de rayos infrarrojos es otra de las técnicas más habituales y eficaces utilizadas en fisioterapia. Para su aplicación se utiliza una frecuencia y longitud de onda para producir un calor que penetra bajo la piel, a una profundidad de entre 2 y 10 mm.
Con este calor aplicado directamente en la zona afectada se consigue incrementar la circulación sanguínea, aportando más oxígeno que permite la creación de nutrientes que favorecen la regeneración celular, así como la reparación de los tejidos tratados.
Esta terapia no es invasiva, no produce dolor, no tiene efectos secundarios, y su principal propósito es reducir la tensión muscular, la mejora de la circulación, el fortalecimiento del sistema inmunológico, y el alivio del dolor entre otros.
Esta terapia es una de las más utilizadas, además de por su eficacia, por lo sencillo que resulta su aplicación, además de sus rápidos efectos, y la posibilidad de combinarse con otros tratamientos.
Entre otros casos, suele utilizarse para:
- Dolor en cuello, hombros, o parte superior de la espalda.
- Lumbociática.
- Contracturas.
- Tensión muscular.
- Tendinosis
- Artritis reumatoide… etc.
Tu fisioterapeuta será quien debe decidir si el uso de rayos infrarrojos es el tratamiento más adecuado para tu dolencia, y si debe combinarse con otros tratamientos.
En ATL Fisioterapia y Pilates contamos con un equipo profesional que está a tu disposición para velar por tu salud y bienestar. ¡Te esperamos!